jueves, 25 de marzo de 2010

Caracas Itinerante...



Hace unos años ya asistí con mi mejor amiga a una obra de teatro que hasta ahora ha sido la mejor que he visto en mi vida… Fue un domingo en la tarde, no teníamos nada que hacer y nos llamó la atención esta obra llamada: Caracas Itinerante, la cual estaba siendo proyectada en el nuevo Centro Cultural Chacao…

Llegamos y había una cantidad considerable de personas esperando a las afueras del centro, las puertas se habrían a las 5:30 pm, sin embargo la obra empezaba a las 6:00 pm, lo que no sabíamos era que desde el momento que entráramos al lugar empezaríamos un viaje al pasado.

Finalmente llegó la hora, las personas empezaron a ingresar, cuando llegó nuestro turno una anfitriona con un trajecito bastante vintage nos daba la bienvenida y pedía que avanzáramos hacía el salón.

Caminamos por un pasillo amplio y luego subimos unas escaleras estrechas para llegar a una sala ya llena de gente. Entre el público, que seguía parado, caminaban un predicador, una vendedora de cigarrillos, un limpiabotas, un galán de antaño, una manicurista que ponía uñas de acrílico y otros personajes más…El bullicio hacía recordar las caminatas por el bulevar de Sabana Grande, en aquellos tiempo en que unos comerciantes llamados “buhoneros” cubrían de palmo a palmo la calle, desde Chacaito hasta Plaza Venezuela.

Y esa era precisamente la intención del director de la obra, ubicar al público en una situación cotidiana, combinando personajes que acostumbraban caminar por las calles del centro de la ciudad hace años, con los que lo hacen hoy en día.

A continuación el público era guiado hacía un espacio abierto, donde ingresaba un grupo de viejitos que a continuación dejarían a todos con la boca abierta, estos señores y señoras de la tercera edad bailaban al ritmo del paso doble, y a continuación un comparsa entraba arrojando caramelos al público e invitando a bailar, más de uno recordaba como eran las celebraciones en Caracas, como los jóvenes de antes se reunían en las plazas de la ciudad y asistían a fiestas donde no se bailaba reggaeton ni salsa, sino Merengue Caraqueño (muy superior al dominicano) y Paso Doble, una adaptación del Paso Doble Canario.

La obra culminaba con un show en el cual se representaba un concurso de canto, en el cual, un apuesto joven de los años 60 era adorado por todas las participantes y una histriónica La Lupe se robaba el show.

Todo esto me hace ver hacía atrás, quizás con NOSTALGIA de lo “no vívido”, me hubiera gustado ser parte de esa joven sociedad que pudo disfrutar de lo mejor de la ciudad, un río Guaire limpio, un horizonte despejado con vista al Ávila, un Paseo Los Próceres seguro…Otra Caracas, una muy distinta a la de hoy…

La RESIGNACIÓN también me invade, resignación al pensar en el hecho poco probable de volver a esos tiempos…ALEGRÍA, por aquellos quienes fueron afortunados de estar allí…Y finalmente, ESPERANZA, porque no todo está perdido, porque no crean que todo es quejarse, uno va sembrando semillitas y quizás algún día podamos salir del hueco en el que estamos y disfrutar de este grandioso Valle en su más deliciosa y exquisita belleza…Es momento de quitarse las vendas de los ojos, las cadenas de las manos, los grilletes de los pies y empezar a caminar las calles de esta Caracas itinerante…

Aquí les dejo un vídeo que encontré…muy bueno por cierto…pero en inglés, para los que entiendan, Enjoy!

martes, 23 de marzo de 2010

Entre Vagones...




Una de mis guerras cotidianas, sobre la cual seguramente escribiré mucho, tiene que ver con el simple hecho de llegar de mi casa al trabajo y viceversa, específicamente con el medio de transporte que tengo que usar para llevar a cabo esa simple labor...como muchos imaginaran, hablo del Metro de Caracas...


Normalmente, uno ve cosas increíbles en el metro, eso ya es normal., valga la redundancia...sin embargo, eso no quiere decir que uno se acostumbre...La impresión de la primera vez es imborrable...


Hoy, como todos los días, llegue al metro a las 5:20, al ingresar al pasillo de Chacaito sentí el vapor característico de esta estación. En el fondo se veía la gran cola de gente y un operador informada que el acceso al anden había sido restringido ya que el mismo se encontraba a su máxima capacidad...Lo he escuchado tantas veces que ya lo se de memoria.


Tras seis minutos avanzando lentamente en la cola (o mejor dicho, las colas, porque eran dos las que se unían para al final llegar a un solo torniquete) pude ingresar y bajar hacia el anden, solo para darme cuenta que a diferencia de otras ocasiones, hoy si se encontraba realmente a su máxima capacidad...


Al bajar las escaleras, sorteando los obstáculos humanos y eligiendo en vano el lugar "mas vacío", mire hacia el tren que se encontraba detenido en el anden de Propatria. Al mismo tiempo, un señor que me escucho maldecir nos advertía de un posible arrollamiento (el cual si había ocurrido pero mas temprano y en la estación Altamira, no fue esta la causa del retraso)..."@#$%$, Lo que faltaba! Es que acaso no hay otro sitio donde lanzarse, el Guaire por ejemplo?,exclame,bastante indignada debo decirlo.


En fin, decidí mirar hacia el tren detenido cuando vi algo que me dejo confundida, era un hombre, medio gordito, con camisa a cuadros, parado entre dos vagones. Sí, en el espacio en el que se unen los vagones, con mas precisión en la orilla de la puerta de uno de ellos. Osea, es que de verdad no se cómo explicarles lo que sentí, una mezcla de miedo, con asombro, rabia...Y en mi inocencia pensé que tal vez ese tipo trataba de suicidarse...De verdad no puede sacarlo de mi mente aun cuando seguí mi camino a encontrar la cola "menos larga" para esperar el tren...Tanto así, que le dije a mi amiga que iba a ver si el pana loco seguía allí y efectivamente, allí estaba...Mi amiga Diana me aconsejo que subiera y le advirtiera a algún funcionario del metro...


Dioooooos! NO ME LO DIGAS 2 VECES!!!... Obviamente subí a hacerlo, hable con el primer "metro amigo" que vi y le conté TODO!!!...Su cara de @$%& wtf?, no fue normal,pero enseguida bajó a revisar.

Para mi sorpresa, cuando llegue abajo el pana loco ya no estaba. Diana y yo quedamos como en shock, no pude evitar hablar alto y a la conversación se unieron una señora que estaba adelante de nosotras, un señor que estaba atrás y otra muchacha así tipo Diana y yo. Ésta ultima tan primerizas como nosotras, lo otros dos ya lo habían visto...


En total, vimos a 5 desadaptados en el mismo plan que el primero, dos de ellos compartiendo el espacio...


Pana, será que aquí la gente es estúpida o qué? Una de las señoras dijo: "Eso es una venezolanidad, vete acostumbrando a ver eso" Y yo pienso, oye, sera que de verdad aquí la gente no quiere echar hacia adelante...A nosotros no se nos puede ocurrir una vaina buena?, inventar una vacuna, ser pioneros en algo...


Qué decepción ser testigo, una vez mas, de como la gente aquí quiere ser "más pila". Qué pasa si ese tren da un frenazo de golpe, o si el tren se queda parado una hora en el túnel, o si simplemente el pana se resbala y se cae hacia las vías....??? Debe ser que no piensan en eso, ni en la familia que los espera, ni en la cantidad de gente que se calaría el retraso si eso llegara a ocurrir, no entienden que es poner en riesgo su vida, por no esperar diez, veinte minutos...


Sinceramente, si hay alguien que odia el metro soy yo, e igual me lo calo, y me calo la gente, las colas, el sudor, el calor...etcétera... Pero de verdad no seria capaz de hacer esa locura ni que me pagaran....


Entonces, nada, los dejo con esa reflexión...hacia donde va la sociedad venezolana? donde está quedando la cultura, los buenos modales, el sentido común?... Será que se quedará entre los vagones, entre una estación y otra desde Propatria hasta Palo Verde?









lunes, 22 de marzo de 2010

¿A quién no le duele el Ávila?


A pesar de la imponente figura que sirve de fondo a la ciudad, muchos caraqueños ni se acuerdan de que el Parque Nacional el Ávila está allí hasta que una calamidad ocurre...

Debido a la temporada de sequía que azota al país, se han venido dando numerosos incendios forestales...porqué...pues la respuesta la obtuve de la siempre magnifica herramienta de conocimiento en la web: Wikipedia

"El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el agua perdida del sustrato. No obstante, cuando la humedad del terreno desciende a un nivel inferior al 30% las plantas son incapaces de obtener agua del suelo, con lo que se van secando poco a poco. Este proceso provoca la emisión a la atmósfera de etileno, un compuesto químico presente en la vegetación y altamente combustible. Tiene lugar entonces un doble fenómeno: tanto las plantas como el aire que las rodea se vuelven fácilmente inflamables, con lo que el riesgo de incendio se multiplica. Y si a estas condiciones se suma la existencia de períodos de altas temperaturas y vientos fuertes o moderados, la posibilidad de que una simple chispa provoque un incendio se vuelven significativa."

Teniendo conocimiento de esto podemos darnos una mayor idea de lo que sufren las plantas del gran cerro en esta temporada, y como muchos no se acuerdan de él, este domingo manisfestó de forma bastante evidente este sufrimiento (en forma metafórica) del cual les hablo...

Como a las cinco y pico de la tarde las llamas empezaron a expandirse a lo largo dos columnas, para las 6 de la tarde, aunque el sol ya se había ocultado, la luz naranja que se veía en el horizonte se podía divisar desde casi cualquier punto de Caracas...y la gente empezó a manifestarse acerca del gran incendio por Facebook, Twitter y por supuesto, por Blackberry....

Yo fui una de las que me detuve a tomar fotografías, en medio de una de las calles de la urbanización Los Chorros, saque mi mano para indicar a los del carro de atrás que podían pasar, cuando me dí cuenta que al igual que yo, tenían sus cámaras y blackberrys en mano.

Antes de salir a la calle y apenas me di cuenta de que el Ávila se estaba quemando, mi espíritu ecologista se apoderó de mi cuerpo, comencé a pensar que podía hacer y lo que se me ocurrió fue reportar el hecho. Rápidamente salté a mi laptop y escribí en google: Reportar incencios forestales. Sin especificar lugar, enseguida me apareció un artículo que tenía como antetítulo: "Reportar incendios forestales al 0-800 AMBIENTE" Impaciente esperé que mi mamá desocupara el teléfono para poder hacer la bendita llamada...Mientras esperada las llamas seguían creciendo ante mis ojos...

Finalmente pude marcar, tras unos cuatro repiques, una voz servicial me atendió: "Sí, buenas tarde llamó para reportar un incendio forestal,dije". Sí, digame en qué zona...Y por supuesto le respondí, en el Ávila...Resulta que no sólo tenían conocimiento, ya tenían no se cúantos efectivos en la zona tratando de acceder al lugar...El chico me dio detalles de los organismos presentes, de los esfuerzos que se hacían, de lo díficil de las condiciones para llegar al sitio y de lo inconveniente que era que tanto verde se quemará...En todo estuve de acuerdo, es más, quede más que satisfecha con la atención de este muchacho, tanto así que tras finalizar la llamada me dije a mi misma, en este Gobierno hay cosas que sí sirven...

Y el día de hoy ingrese el Twitter para informarme un poco sobre los sucesos del fin de semana, de allí salté a la página de El Universal donde las personas que tomaron fotografías del incendio, podían publicar las mismas. Allí, entre foto y foto, no pude dejar de leer los comentarios de esas mismas personas...Comentarios llenos de tristeza, de rabia...Otros, simplemente no decían nada, pero el simple hecho de haberse tomado el tiempo de fotografiar el fuego en el Ávila demuestra el impacto que tiene en cada ciudadano de la ciudad ver a su querido cerro en llamas...

Entonces, hoy se me ocurre preguntarme, ¿a quién no le duele el Ávila? A una persona que no sea de Caracas seguramente, o es que habrá algún caraqueño desalmado que le valga madre??? Yo espero que no y que si es así, ese desalmado no esté entre mi círculo social, porque estaría dispuesto a rayarlo hasta que me cansé con todos los que habitan esta ciudad...