martes, 23 de marzo de 2010

Entre Vagones...




Una de mis guerras cotidianas, sobre la cual seguramente escribiré mucho, tiene que ver con el simple hecho de llegar de mi casa al trabajo y viceversa, específicamente con el medio de transporte que tengo que usar para llevar a cabo esa simple labor...como muchos imaginaran, hablo del Metro de Caracas...


Normalmente, uno ve cosas increíbles en el metro, eso ya es normal., valga la redundancia...sin embargo, eso no quiere decir que uno se acostumbre...La impresión de la primera vez es imborrable...


Hoy, como todos los días, llegue al metro a las 5:20, al ingresar al pasillo de Chacaito sentí el vapor característico de esta estación. En el fondo se veía la gran cola de gente y un operador informada que el acceso al anden había sido restringido ya que el mismo se encontraba a su máxima capacidad...Lo he escuchado tantas veces que ya lo se de memoria.


Tras seis minutos avanzando lentamente en la cola (o mejor dicho, las colas, porque eran dos las que se unían para al final llegar a un solo torniquete) pude ingresar y bajar hacia el anden, solo para darme cuenta que a diferencia de otras ocasiones, hoy si se encontraba realmente a su máxima capacidad...


Al bajar las escaleras, sorteando los obstáculos humanos y eligiendo en vano el lugar "mas vacío", mire hacia el tren que se encontraba detenido en el anden de Propatria. Al mismo tiempo, un señor que me escucho maldecir nos advertía de un posible arrollamiento (el cual si había ocurrido pero mas temprano y en la estación Altamira, no fue esta la causa del retraso)..."@#$%$, Lo que faltaba! Es que acaso no hay otro sitio donde lanzarse, el Guaire por ejemplo?,exclame,bastante indignada debo decirlo.


En fin, decidí mirar hacia el tren detenido cuando vi algo que me dejo confundida, era un hombre, medio gordito, con camisa a cuadros, parado entre dos vagones. Sí, en el espacio en el que se unen los vagones, con mas precisión en la orilla de la puerta de uno de ellos. Osea, es que de verdad no se cómo explicarles lo que sentí, una mezcla de miedo, con asombro, rabia...Y en mi inocencia pensé que tal vez ese tipo trataba de suicidarse...De verdad no puede sacarlo de mi mente aun cuando seguí mi camino a encontrar la cola "menos larga" para esperar el tren...Tanto así, que le dije a mi amiga que iba a ver si el pana loco seguía allí y efectivamente, allí estaba...Mi amiga Diana me aconsejo que subiera y le advirtiera a algún funcionario del metro...


Dioooooos! NO ME LO DIGAS 2 VECES!!!... Obviamente subí a hacerlo, hable con el primer "metro amigo" que vi y le conté TODO!!!...Su cara de @$%& wtf?, no fue normal,pero enseguida bajó a revisar.

Para mi sorpresa, cuando llegue abajo el pana loco ya no estaba. Diana y yo quedamos como en shock, no pude evitar hablar alto y a la conversación se unieron una señora que estaba adelante de nosotras, un señor que estaba atrás y otra muchacha así tipo Diana y yo. Ésta ultima tan primerizas como nosotras, lo otros dos ya lo habían visto...


En total, vimos a 5 desadaptados en el mismo plan que el primero, dos de ellos compartiendo el espacio...


Pana, será que aquí la gente es estúpida o qué? Una de las señoras dijo: "Eso es una venezolanidad, vete acostumbrando a ver eso" Y yo pienso, oye, sera que de verdad aquí la gente no quiere echar hacia adelante...A nosotros no se nos puede ocurrir una vaina buena?, inventar una vacuna, ser pioneros en algo...


Qué decepción ser testigo, una vez mas, de como la gente aquí quiere ser "más pila". Qué pasa si ese tren da un frenazo de golpe, o si el tren se queda parado una hora en el túnel, o si simplemente el pana se resbala y se cae hacia las vías....??? Debe ser que no piensan en eso, ni en la familia que los espera, ni en la cantidad de gente que se calaría el retraso si eso llegara a ocurrir, no entienden que es poner en riesgo su vida, por no esperar diez, veinte minutos...


Sinceramente, si hay alguien que odia el metro soy yo, e igual me lo calo, y me calo la gente, las colas, el sudor, el calor...etcétera... Pero de verdad no seria capaz de hacer esa locura ni que me pagaran....


Entonces, nada, los dejo con esa reflexión...hacia donde va la sociedad venezolana? donde está quedando la cultura, los buenos modales, el sentido común?... Será que se quedará entre los vagones, entre una estación y otra desde Propatria hasta Palo Verde?









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